martes, 31 de mayo de 2011

Otra forma de mirar

Te prometo que un día, cuando tu te despierte, no estarará ella a tu lado para variar.
Te prometo que un día tu mirada inocente con el paso de los años; se marchitará.
Te prometo que un día, la sonrisa en tu foto; rasgada en el polvo la cubrirá.
Te prometo que un día, la luz de tus ojos; como reflejo en la lumbre se apagará.
Te prometo que un día, el ángel revolucionario, que ilumina tus alma, se quemará.
Te prometo que un día, los brazos que te abrazan como el humo al tabaco; se esfumarán.
Te prometo que un día, tus piernas cansadas, del andar de la vida;  dirán no puedo más.

Te prometo y prometo y entre tanta promesa sé que preguntarás; el porqué de lo efímero ; el porqué de este frío y de mi crueldad, te prometo y prometo, y en mi promesa tu entiendas que  tu tienes la fuerza del poder de cambiar.

Mientras llegue ese día, cuando yo me despierte, la abrazaré con fuerzas; para no variar.
Mientras llegue ese día, mi mirada inocente con el paso los años, radiará más bondad.
Mientras llegue ese día, sonreiré con tanta fuerza que no habrá polvo el mundo, que me pueda enterrar.
Mientras llegue ese día, la lumbre serán mis ojos y el reflejo la fuerza de mi dignidad.
Mientras llegue ese día, mi alma se tranformará en la palabra; que no callará.
Mientras llegue ese día, recontare los abrazos y al unirlos haré fuerza para no verlos esfumar;
Mientras llegue ese día, mis piernas ahora jóvenes, entrenarán cada paso, y que no dejen de andar.
                                                                                                      

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