viernes, 6 de septiembre de 2013

Yo quiero ser levante



Yo quiero ser levante, y al despertar el cielo bate.
Yo en mi ría, cubrirme de mar arena Andalucía
Te miro y te siento te hablo y te pienso
Los ojos morenos son brutos del tiempo.
Cabello algodonado,  triste negro agitanado,
Duelo por un hijo que muere a su lado

!Ay, García! fuiste tú su amante en su día.
Hogueras que suenan al son de campanas,
Tristezas por cantes y voces que emanan,
Los ojos calé
Susurro del alma del sur portugués.

!Ay Federico! cuanta tierra algodonada
Cuantos hijos de marismas en tierras mundanas
Tan sobrio y sombrío,
Se quedan los juncos después del rocío.
Y bate en mi pecho, al son más flamenco,
El mundillo calé, y cuando me acerco los brotes
de helecho se acercan también

!Ay Lorca! cuanta tristeza enquistada,
Que solo se quedó tu pueblo al derramarles el alma, 
Quién fue quién te enjuicio
a "yerma" muere "yerma" mata.


                                                                   Yo quiero ser levante, Adrián De la Jara.

lunes, 26 de agosto de 2013

Imperfecciones reflejadas



 Yo soy el hombre que no conoce el miedo, al que no le enseñaron a entender lo que es malo y lo que es bueno. El que no bebió de la fuente que sirve para entretener a las mentes muertas. Quién oprimió y se alimentó tan sólo de su inspiración descubierta.
 
Yo soy el hombre que se negó a competir por respirar, quién confió que el ser nació para no ser individual, quién se libera de todas las necesidades inventadas, quién ronronea con sus palabras y seduce con el alma.
 
Yo soy el hombre que encuentra en la naturaleza la inspiración y la calma que emana, quién condena la bajeza la mediocridad y su propia estampa, yo que en mi reflejo lo soy todo y no soy nada, un reflectar perfecto una sombra diáfana.
 
 
Pero al final , frente al espejo sólo quedo yo, mi imperfección y mi cara, y entonces sólo entonces puedo ver, que sólo soy el reflejo imperfecto de mi propia alma.
 
                       
Imperfecciones reflejadas, Adrián Delajara

lunes, 19 de agosto de 2013

El día que decidí ser libre






15-10-2013

El día comenzó como cualquier día, ilusionado porque después de la larga mañana de recepción hotelera me esperaba un tren con destino a Sevilla, para dar la sorpresa a mis padres de presentarme en mi casa para celebrar mi cumpleaños. Unos clientes británicos habían decidido comprar una postal y cubrirla de frases bonitas para felicitarme con un día de antelación, antes de mi marcha.
En un rápido devenir, Fuengirola se quedaba atrás y mi destino era Huelva. Recuerdo con exactitud cada segundo de ese trayecto, como se recuerdan aquellos días que no sabes, pero que de repente en cuestión de segundos cambian tu vida.

Aún de camino, la llamada de mi padre, me alteró, reconocer esa voz que solo se usa en los momentos malos, un dulce especial para evitar asustar, y un sudor frío terrorífico inevitable que recorre en ese instante tu cuerpo.En ese momento supe que ese día marcaría de alguna forma mi vida, lo que probablemente aún no veía, que la vida me enseñaría una de las lecciones más bonitas aprendidas hasta el momento.

Aquella noche la pase junto a mi padre, durmiendo en los alrededores del hospital, al día siguiente una hipoacusia bilateral había robado la audición a mi madre, el choque de la primera imagen fue tan fuerte que reconozco que en aquél momento pensé que no podríamos con aquello. Una única llamada a la espera de un respaldo, que resultó nefasta para un estado de sobriedad, un egoísmo al otro lado tan incapaz de comprender que aquello, iba más allá de la cortesía y rozaba plenamente el estado de necesidad, pero en las relaciones como en la vida, cuando se acaban a veces muere con ellas la humanidad.

No había alternativas, la frase que nadie quiere oír, la frase que toda mente se niega aceptar por fuerte que parezca. Y así fue la vuelta, volver a casa asumiendo que aquello no tenía solución alguna. Pensé que todo se me desvanecía por completo, nada podía importarme, ni siquiera aliviarme un poco el dolor, pero no lo pensaba, en aquél momento todo se centraba en la esperanza de que todo volviese a la normalidad.

La semana pasó en el Hospital, pero en esta ocasión en Huelva a la espera de un milagro,  mi madre atravesaba los momento más difíciles, pero siempre guardaba esa sonrisa, esa mirada, incluso esas palabras que un momento así me sorprendían mucho más, ¿como puede alguien albergar tanto amor dentro, como para preocuparse más de tí que de sí mismo en un momento así?. Los días pasaban en el hospital, yo tenía que volver, poco a poco mi madre hablaba y su voz aliviaba levemente ese dolor que llevaba dentro, yo no quería volver a trabajar, no me podía plantear la idea de marcharme lejos de allí, quería pasar todos los días al lado de aquella cama en el hospital.

La vuelta al trabajo era inevitable, mi madre me necesitaba más que nunca, volvía a casa y se encontraba sola mientras mi padre  trabajaba y mi hermana tenía que estudiar; de repente mi madre me regaló la mayor lección que nunca he aprendido: " Da igual Adrián, deja de gastar tus energías esperando que vuelva a escuchar, la vida viene como viene, y esto no podrá conmigo, a mí solo me importa que tu te vuelvas, que sigas con tu vida, que seas feliz, y no dejes de trabajar".

Rompió a trozos sin darse cuenta toda la culpa, y de repente se pasó instantes de mi vida por delante; aquella relación que exigía mi presencia para amar en el objetivo de no sentirse solo y a costa de mi infelicidad, aquellas exigencias del que dice quererte y solo te quiere cuando estás; el amigo egoista al que siempre ayudas y que te recrimina si un día te vas, los reproches que obtiene cuando en tu felicidad se aleja un poco del dar, y siempre dar. Aquello era el Amor...

Aquella frase me hizo libre, mucho más libre de lo que me han hecho mis "algún viaje por el mundo", mucho más libre que la capacidad de razonar, plenamente libre al entender que es el verdadero amar, ese que te da alas y te empuja cuando solo te desea agarrar, ese que ofrece sin esperar nada a cambio; y con el tiempo ese que cubrió mi casa aportando la paz. Encontrar el amor en las palabras que se leen y que no necesitan ser escuchadas, las  caricias que te hablan, los gestos, las miradas....esa libertad de aquél que te hace soportar el grito inmenso del silencio.

Ahora sé que aquél cumpleaños no fue horrible como pensaba, fue el mayor regalo que podía esperar, ahora se que viajé a Sevilla, no para sorprender a los míos, sino para agarrarles y recorrer juntos este camino que ahora seguimos, ahora sé que volví a Málaga no por casualidad, y que estoy en casa porque tengo que estar....ahora sé que soy libre, plenamente libre para querer y desear que quién este a mi lado, tenga tanto amor dentro de sí mismo, que pueda desearme que sea feliz con la misma intensidad que yo al desear.

Gracias por todo esto MAMA.

El día que decidí ser libre, Adrián Delajara.






martes, 2 de julio de 2013

La ciudad de la calle perdía


Que suerte que al despojarte de todo, al mirarte frente a frente un espejo y quedarte desnudo, la imagen que te quede, sea la que tengo contigo. Que al respirar profundamente, como el que respira después de alcanzar la cima, el aire que siento, lo sienta contigo. Y es en mitad de esta calle perdía, en la nocturnidad que ilumina mi camino más profundo, donde de nuevo surgen las palabras, en un dialogo silencioso donde los susurros, son solo una parte más de este lenguaje tan nuestro. Es la quietud del olvido, el único recuerdo que el alzhéimer nunca pudo borrar y es en el silencio donde siento la suerte de que al pisar de nuevo en la arena, el calor que siento siga siendo contigo.

Te prometí volver, más alto más culto, delgado y henchido.....pero es aquí donde de repente siento y me parezco algo crecido; me siguen quedando ganas de caminar, al mirar frente a frente esas luces, destellos que vienen del mar, me vuelo a reencontrar con las olas, vuelvo a sentirte como el que te ama de verdad, el que conoce tu invierno y te anda descalzo para dialogar entre horas .

Una mirada que solo conoce quién de arena blanca tiene su alma.

Te prometí volver con menos miedos, y si te soy sincero en eso te he mentido, vuelvo incluso con algunos más, aunque no te engaño al decirte que se pierden al dialogarlos contigo, eres el suave algodón que calma las heridas que llevo conmigo, la caricia en la cara, el abrazo amigo, la luz tenue de un sofá de calle transformado en tresillo. Que gusto da cerrar los ojos y sentir el hogar, respirarte  y que vuelva a mí el aroma a pinar. Y es el olor quién retrotrae los recuerdos más antiguos que tu y yo hemos vivido, quién evoca al poeta distraído por el mundanal ruido, o  quién no plantea quién eres por la mera sensación de sentirlo en sí mismo. Respirar como un reloj en su existencia, sin la mano que adelante o atrase con una ruedecilla los suspiros.

No puedo prometerte que no me vuelva a ir, pero sí que cuando vuelva, seguiré sintiendo lo mismo.

"La ciudad de la calle perdía, el rincón dónde yo me encuentro"

                                                                                                                                   Adrián Delajara.









lunes, 27 de mayo de 2013

Antonio Gala: Conozco la Salida


"La vida es una carga que hay que llevar como mínimo entre 5".

Sentado frente a Jesús Quintero, el hombre que más entrevistas le hizo a lo largo de su Vida. Antonio Gala se despide, "No os molestéis , conozco la salida", y nos revela que así se llamaría la autobiografía que no le queda tiempo para escribir.

Sentado frente a un ordenador, escuchando sus palabras, no puedo mas que sentirme petrificado, y ver como en su sarcasmo se entremezclan frases que bien podrían ser la resolución de la vida. Frases llenas de crueldad, dureza y a mi juicio verdad, una verdad tan pura que duele escuchar ..."y luego llega el cáncer y todo se lo lleva".

El Antonio Gala de hoy, nos dice con rabia, que el amor no existe, demostrando así que la vida le ha alejado de aquella creencia motivadora de que todo era Amor, defensor a ultranza del amor como motor del mundo, "el abuelo" cansado de luchar se siente decepcionado "esto no era", y muestra su temor a la debilidad y desgano de las sociedades venideras...

No puedo más que amar sus palabras una vez más, degustar como se degusta un buen plato, de cada fonema que me regala como música para mis sentidos.

"Descansa el abuelo y duerme plácido", esa fue la frase que más me acerco a él hace unos años,  cuando desde su fundación me invitaron a conocerle, nunca me acerqué, nunca creí que este escritor forzado a vaciar el alma pudiera estar a la altura; ahora deseo con todas las fuerzas que si se marcha, no llegue a enterarme....así podré imaginarlo descansando en su patio toda la vida, a la espera de despertarlo para seguirme enseñando, para seguir escuchando a través de sus versos, la vida.

                                                                                      Adrián DelaJara


jueves, 18 de abril de 2013

Dias Picassianos


Sentado en la misma plaza, casi en la misma esquina de esta vieja plaza de la Merced, con el deambular de los malagueños que pasan una y otras vez extasiados en esta ocasión ante la llegada del festival de cine. La calma me invade, al menos por momentos, no se muy bien explicar la sensación de conexión que Marruecos y este último viaje han dejado en mí, arrasando como un tornado todo lo dentro que se puede arrasar. Quizás sea el olor, el color de la tierra o la brisa del mar que siempre he divisado desde el otro lado, o quizás la incapacidad de mis retinas para alcanzar a todo lo que a mi alrededor pasaba. El impacto de los niños al vender pañuelos, la miradas tímidas a través del velo, el sabor de antaño y natural de la comida. De alguna forma siento que me he quedado allí, a la espera de que quizás nuevamente vuelva a recogerme.


miércoles, 20 de marzo de 2013

Muñeca Vudú




Muñeca Vudú. Adrián de La Jara




Muñeca Nigeriana,
de la calle la más guapa cara inocente,
esperanza maniatada creencia ferviente.
Muñeca Vudú, en la noche incandescente.

Se bebe el dolor sorbo a sorbo y trago a trago,
derrama su sangre africana muñeca de trapo,
vendida por un par de filos, le han amenazado,
o su cuerpo o la vida y el alma de quién esta a su lado.

Muñeca Vudú,
pasa la noche rezando, masticando la arena del polvo
de quién la ha atrapado, palizas en cuerpos oscuros no dejan retazos,
Muñeca Vudú se arranca su vida a pedazos.

El aire no calma el terror al cuerpo solapado,
de tripas le hace el corazón el momento ha llegado,
tirado en la cuneta su cuerpo extasiado,
sintiendo el frió del filo que le han clavado.

Muñeca Vudú,

La libertad está en el otro lado,
desea su muerte para liberar a su cuerpo del amo,
aquél que por su etnia y creencia el filo  ha clavado.

Y en plena inconsciencia un sueño a muñeca le ha liberado,
son luces azules los dioses que llegan desde el otro lado,
levanta la vista y ahora es su amo quién vive encadenado.

Muñeca Vudú le sonrie ....ya......desde el otro lado .....


A todas las "Muñecas Vudús", angeles encadenadas a la supertición idiosincrática de la pobreza africana, el alimento infame de la mafia.....

A todos los dioses Azules que en su actuación a veces criticada, cumplen un papel clave en la liberación de tantas y tantas muñecas.....



http://www.malagahoy.es/article/malaga/1485086/cae/una/mafia/obligaba/nigerianas/prostituirse/con/rituales/vudu.html









viernes, 15 de febrero de 2013

El "vagamundo"





"Vagamundo" de calle , y sin techo
conquistastes corazones y ciudades,
dejandote el alma y el pecho,
tu cambiastes tu todo por mitades.

"Vagamundo" que perdió la orientación,
en la inercia del si andas o no,
Vagamundo que solo encontró su casa,
compartiendo las miradas y ratos de televisión.

"Vagamundo" del compás del tres por cuatro,
en tus letras encontraste inspiración,
y en la inquietud que te dejaba el desembarco,
siempre encuentras un ratito para tu dedicación.

No son letras "Vagamundo" lo que escribes,
es la sangre del que si existes o no,
son del pecho lo que salen cicatrices,
y vagaje en las espaldas que engrandece la visión.

"Vagamundo" quedas solo ante la escena,
y en segundos de nuevo se abre el telón,
te repones y te curas cicatrices,
porque la vida es teatro y ya empieza tu función.

Es la sangre la que brota por tus venas,
el tiempo para y solo te queda un renglón,
la expectativa de decir algo importante,
pero es solo la presencia la grandeza del interior.

                                                                                            De un "Vagamundo, a otros"

lunes, 4 de febrero de 2013

LA APATIA "EL NUEVO OPIO DEL PUEBLO"




 No es el hombre que tropieza tres veces con la misma piedra el que se cansa;  es aquél que se levanta una y otra vez con la intención de superarse pero se rinde al descubrir que es otro el que pone zancadas en su camino, y cada vez las construye más grandes.

No podría explicar la sensación de plenitud cuando veo plazas y calles encharcadas de personas casi como si fuesen glóbulos en la sangre, la exaltación al ver recodos de Historia que aparecen ante nosotros como presente, libros de texto que hablaban de aquellos grandes levantamientos que consiguieron hasta con claveles alcanzar heroicas proezas, la indignación como MOTOR de personas que tan solo defienden lo suyo, sin intentar hacerle daño a nadie.

Y en pleno corazón de la ciudad , ahí están............los ingenieros que no construirán caminos, los arquitectos que sacarán la "jenga" para su reuniones de amigos, los enfermeros que en masa han sido y seguirán siendo despedidos, los doctorados que buscan puestos en casinos, los de lo social....que ni siquiera les queda,  o los profesores que acuden con sus hijos para enseñarles sin lucro algo de civismo.

Pero el pueblo se cansa, como se cansa el cuerpo ante la enfermedad; cuando de repente se enfrenta una y otra vez ante la inmoralidad humana;  cuando el que habla, descubre que el que le escucha, aprovecha sus argumentos para venderlo en la plaza, cuando de repente el pueblo deja de saber en qué creer, cuando le hacen ver que la política es un sistema senil corrompido por un conjunto de Hijos de putas e indecentes...

Sí, de Hijos de Puta, Sí.....De esos que gritan: !!! Demosles opio al pueblo!!! Demosles opio porque el pan nos lo cominos, y ya ni si quiera nos queda!

Pero a mi humilde juicio, no es el circo sino la Apatía, esa pequeña metástasis, que recorre todos nuestros cuerpos y va destruyendo poco a poco cada célula de ese engranaje perfecto que todo lo puede o podía. Es la APATÍA , la nueva pretensión del gobernante, condenar al hombre a la incapacidad de no poderse fiar ni de sí mismo.

                                                                                                Adrián De La Jara, La apatía.