lunes, 26 de abril de 2010

El Occidente de Al-andalus

Siento enjaulado el silencios de bocas,
de pieles morenas y pies ya cansados
piedra y arena,
ventanas azules que dioses evocan
rescatando cadenas....

Y suenan guitarras de fados y penas,
Saudade el entierro, caminante destierro Saudade,
es la pena.

Palabras poetas que pintan en blanco,
miradas de complices que toman atajos,
el mar de las calles que abren espacios,
resucitan las almas de muertos fracasos.

Oeste occidente faro de Al-andalus,
luna enmudecida que muere esperando,
luz de fortuna, sombras de barcos,
muerte gitana voz portuguesa que canta fandangos.

Y tiende la vieja, al sol viejos trapos,
gastada la voz en las casas de fados,
cuestas que dejan tocar el sol con las manos,
empedrado de calles, resistencia al cansancio.

Y el sombrero le oculta su rostro despoblado,
llanto musulmán acunado en sus manos,
muerte por desconsuelo, lamento inconsolado,
llanto que limpia la vieja Europa con trapos secados

Y de nuevo la risa, llega como la brisa,
y suenan guitarras celebrando la aurora,
dos medias lunas ente polvo y ceniza,
dos medias lunas de ojitos de mora;


y mientras su nueva abuela le canta...

"Esta es la canción de las noches perdidas, que se canta al filo de la madrugado, con el aguardiente de la despedida, por eso suena tan desesperada.."



Escuché una vez que Saudade es un término portugués que no tiene traducción al español, ya que es un sentimiento propio de Portugal y de Galicia, dicen que es la añoranza de una mujer, cuando su marido marinero, camina hacia la mar, Saudade aquí es la añoranza de una niña musulmana (Algarve), que es abandonada en manos de Portugal, y adoptada luego por la vieja Europa, el Algarve perteneció al sueño de Al-andalus, teniendo aun en su nombre la designación de occidente del sueño musulmán, ahora sur de Portugal. Tierra adoptada que aun conserva los rasgos de sus ojos, y convierte en regalo cada imagen.


El occidente de Al-andalus, Adrián de la Jara